lunes, 6 de junio de 2016

La Tortuga de Carey

La Biodiversidad tiene una gran importancia por los servicios ambientales que se derivan de ella y por sus múltiples usos, por ejemplo, la base alimentaria proviene de ésta, los combustibles fósiles son subproducto de ella, el agua y el aire están ligados a ciclos naturales asociados a la misma, la capacidad productiva de los suelos depende de su diversidad biológica, y muchos otros servicios ambientales de los cuales depende la supervivencia no solo del hombre sino de los ecosistemas mismos.
Los animales han acompañado el desarrollo de las poblaciones humanas a través de los años y son parte de su cotidianidad, pero en el caso particular de los animales silvestres, su presencia va más allá del simple acompañamiento y hace parte esencial de su cultura.


El estado de Yucatán mantiene una amplia biodiversidad. El clima cálido subhúmedo y sus lluvias en verano, hacen del estado un lugar idóneo para el desarrollo y cohabitación de muy diversas especies.


En este apartado nos enfocaremos en una especie en particular, que como se mencionó en nuestra entrevista, es una especia que destaca por su vulnerabilidad a extinguirse.


La tortuga de Carey ó Eretmochelys imbricata (no tiene nombre en maya). Asimismo, se denomina carey, por extensión, al material del que se conforman los caparazones de otras tortugas marinas empleados en idéntica producción artesanal. Los caparazones de las carey y el material que los constituye (también llamado carey) ha sido empleado para la confección de objetos decorativos. Fitzinger describió el nombre del género Eretmochelys a partir de las palabras griegas eretmo y chelys, correspondientes a «remo» y «tortuga», respectivamente, a causa de sus aletas delanteras en forma de remo. El nombre de especie, imbricata, proviene del latín y significa imbricado, que describe perfectamente las placas superpuestas del caparazón de la tortuga.


Características más importantes de la especie: Tortuga marina que puede llegar a medir hasta un metro de largo. Anida en las playas del Estado, desde Celestún hasta El Cuyo. Una de sus principales características es el caparazón cuyas placas se encuentran sobrepuestas una sobre otra.


Distribución: Posee una distribución amplia a lo largo del trópico, aunque rara vez alcanza densidades poblacionales altas y tiende a anidar solitariamente. Esta especie se distribuye en la franja delimitada por la latitud 25º N y 35ºS, por lo que se considera netamente tropical y es la especie más costera de todas. Abarca los océanos Atlántico, Pacífico e Índico. En América se distribuye del lado del Pacífico desde Baja California, México, hasta el suroeste de Perú y en el Atlántico desde el noreste de los Estados Unidos de Norteamérica hasta el sureste de Brasil.



Descripción de su hábitat: Esta especie es de hábitos solitarios, pero llega a formar pequeños grupos alrededor de casi todas las costas y coralinas continentales e insulares. Habitan casi todas las costas rocosas, viven en aguas particularmente claras y poco profundas con abundante alimento.

Usos tradicionales de la especie: Los huevos se consideran erróneamente como afrodisíacos, la carne es muy apreciada por su sabor y particularmente esta especie también está amenazada por las placas que forman el caparazón, las cuales se utilizan en el mercado ilegal para la confección de artesanías.

Estado de conservación: La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) califica a esta especie como en Peligro Crítico y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES) la coloca en el Apéndice 1 que incluye a todas las especies en peligro de extinción que son o pueden ser afectadas por el comercio. En la NOM-059-ECOL-2001 se tiene a esta especie en Peligro.

Acciones de Gobierno encaminadas a su conservación: Desde el año de 1990 se encuentra en acción el Programa para la Protección y Conservación de la Tortuga Marina, y en la Secretaría de Ecología se cuentan con tres Centros para la Protección y Conservación de la Tortuga Marina en los puertos de Sisal, Telchac Puerto y Dzilam de Bravo.

Amenazas para la tortuga Carey: El tiburón representa el mayor peligro para la especie carey. En tierra, los huevos están propensos a convertirse en el alimento de cangrejos, gaviotas, mapaches, zorros, culebras, ratas y por supuesto, del hombre. El ser humano ha propiciado que esta especie esté a punto de desaparecer, pues es capturada por su carne considerada un manjar, así como por su hermoso caparazón que es tan preciado y valuado como el marfil o el oro.

Especie en Peligro de extinción: A causa de las prácticas de pesca humanas, las poblaciones de tortuga carey  a lo largo de todo el mundo se encuentran en serio peligro, por lo que ha sido clasificada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como especie en peligro crítico de extinción. Varios países, como China y Japón, han cazado tortugas carey por su carne, considerada un manjar.



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